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Realmente no se cuanto pesa, pero si porque están en la plaza.
Santa Brígida y Santa Lucía son las dos advocaciones que se encontraban en la primitiva ermita cuando Isabel Guerra la construye, y aún hoy presiden el altar mayor, aunque estas son de nueva factura adquiridas tras el incendio. Isabel Guerra cuando muere tras dictar su testamento en 1545 en su casa de El Gamonal, y en el dice hacer las fiestas dedicadas a Santa Brígida a cuya advocación se ha mantenido en el tiempo.
En el exterior del templo hay tres campanas, una especie de monumento sonoro de la historia de la Villa, que antes colgaban de la torre del campanario, pero que hoy figuran en la plaza como recuerdo de aquella catástrofe, luciendo sus nombres: La Gorda 1870, La Chica y la Ronca de 1763. Sobre una placa conmemorativa se lee: Desde hace muchos años estas campanas han llamado al pueblo satauteño a servir a Dios. Desde el año 1999 lo hacen cuatro campanas nuevas conseguidas por el mismo pueblo impulsado por la Asociación cultural y Social "El Repique".
Santa Brígida y Santa Lucía son las dos advocaciones que se encontraban en la primitiva ermita cuando Isabel Guerra la construye, y aún hoy presiden el altar mayor, aunque estas son de nueva factura adquiridas tras el incendio. Isabel Guerra cuando muere tras dictar su testamento en 1545 en su casa de El Gamonal, y en el dice hacer las fiestas dedicadas a Santa Brígida a cuya advocación se ha mantenido en el tiempo.
En el exterior del templo hay tres campanas, una especie de monumento sonoro de la historia de la Villa, que antes colgaban de la torre del campanario, pero que hoy figuran en la plaza como recuerdo de aquella catástrofe, luciendo sus nombres: La Gorda 1870, La Chica y la Ronca de 1763. Sobre una placa conmemorativa se lee: Desde hace muchos años estas campanas han llamado al pueblo satauteño a servir a Dios. Desde el año 1999 lo hacen cuatro campanas nuevas conseguidas por el mismo pueblo impulsado por la Asociación cultural y Social "El Repique".