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SANTA MARIA DE GUIA DE GRAN CANARIAS: El casco antiguo de Santa María de Guía, junto con...

El casco antiguo de Santa María de Guía, junto con su Iglesia Parroquial están declarados como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico según Real Decreto 2720/1982. La Parroquia se alza en el casco histórico de la Ciudad de Santa María de Guía y data del siglo XV.

En la fundación de la villa, hoy ciudad, de Santa María de Guía hay que destacar dos etapas sucesivas. La primera es la que se refiere a la culminación de la conquista de Gran Canaria y su incorporación a la Corona de Castilla. La segunda trata del enclave geográfico en que Sancho de Vargas mandó construir la primera y primitiva ermita.

Al finalizar la conquista en el 1483, don Pedro de Vera comenzó el reparto de tierras entre militares y nobles indígenas. En los primeros se encontraba don Sancho de Vargas Machuca, al que correspondieron unos terrenos situados en la Vega de Agáldar, a un cuarto de legua de la Iglesia Matriz de Santiago de los Caballeros de Gáldar, en el lugar conocido como la Loma de Caraballo; en ese lugar fundó Sancho de Vargas una ermita dedicada a Nuestra Señora de Guía.

La Iglesia no pudo ser acabada antes de que Sancho de Vargas, marchara a Tenerife en el año 1500. En torno a esa ermita fue creciendo un pueblo. En los años de la década de 1500, la entonces ermita de Santa María de Guía se desglosa del "beneficio" de Gáldar, para erigirse como Parroquia independiente. Tal disposición, que data del 15 de diciembre, fue tomada por el Rey de España y Emperador de Alemania Carlos V y por doña Juana, su madre; y en ello ordenan al entonces obispo Fray Juan de Salamanca, que los dos Beneficios de Telde y Gáldar se dividieran. Sin embargo, será a partir de 1565 cuando la parroquia de Guía funcione como tal.

Hacia finales del siglo XVI, la ermita de Santa María de Guía, de única nave, poseía tres retablos con pequeñas imágenes y lienzos pintados. Con el paso del tiempo, la Villa de Guía fue creciendo. La ermita se hizo pequeña y fue deteriorándose hasta el punto de tenerse que apuntalar porque amenazaba el derrumbamiento. Esto ocurre el 22 de febrero de 1602, cuando el Provisor don Gonzalo Hernández de Medina anuncia que sería conveniente reedificarla y ampliarla. Posteriormente, en el siglo XVIII, se edificó la actual iglesia. Toda obra arquitectónica abarca una serie de etapas.