Hola vecinos.
El hombre se hace viejo demasiado pronto y sabio demasiado tarde, justamente cuando ya no hay tiempo
Las historias de mi abuelo, cuanto más profundizo en sus ocurrencias, más me sorprenden las cosas del viejo Manuel Macias.
La historia que cuento a continuación es de las más surrealistas, de las que me han contado de mi ancestro. En esta historia la distancia y la imaginación son directamente proporcionales.
Esta historia ocurre en nuestro famoso barranco de Tenoya, el viejo Macias con sus perros, obligan a un conejo que encontraron barranco arriba, a meterse en el hueco de una tubería, y mi abuelo que fue un hombre de recursos y fina inventiva, con su socorrida navaja, corta una larga caña, con la intención de meterla en la tubería, obligando así a que el desdichado conejo saliera, obligado por la punzante punta de la caña, y el viejo Macías comienza a pelar la caña en las cercanías del puente, pensando en la recompensa que le esperaba al concluir la tarea, y cual no sería su sorpresa al descubrirse pelando la caña en la costa, en la misma Tinoca, la caña resultó ser un poco larga. Cosas de mi abuelo, como dos kilómetros de caña. Mingo MacíaS.
El hombre se hace viejo demasiado pronto y sabio demasiado tarde, justamente cuando ya no hay tiempo
Las historias de mi abuelo, cuanto más profundizo en sus ocurrencias, más me sorprenden las cosas del viejo Manuel Macias.
La historia que cuento a continuación es de las más surrealistas, de las que me han contado de mi ancestro. En esta historia la distancia y la imaginación son directamente proporcionales.
Esta historia ocurre en nuestro famoso barranco de Tenoya, el viejo Macias con sus perros, obligan a un conejo que encontraron barranco arriba, a meterse en el hueco de una tubería, y mi abuelo que fue un hombre de recursos y fina inventiva, con su socorrida navaja, corta una larga caña, con la intención de meterla en la tubería, obligando así a que el desdichado conejo saliera, obligado por la punzante punta de la caña, y el viejo Macías comienza a pelar la caña en las cercanías del puente, pensando en la recompensa que le esperaba al concluir la tarea, y cual no sería su sorpresa al descubrirse pelando la caña en la costa, en la misma Tinoca, la caña resultó ser un poco larga. Cosas de mi abuelo, como dos kilómetros de caña. Mingo MacíaS.