La inmensa devoción a la Virgen del Pino ha permitido que desde épocas antiguas se la haya contado entre las devociones principales de las Islas Canarias, como también sucede con las imágenes tinerfeñas de la Virgen de Candelaria y el Cristo de La Laguna. Históricamente, estás tres devociones han sido las más representadas en cuadros, óleos, grabados y las que más difusión y referencias a sucesos milagrosos tuvieron en el archipiélago, sobre todo durante la época barroca de los siglos XVII y XVIII.
En 1991 tuvo lugar el hermanamiento de la Villa Mariana de Teror con la Villa Mariana de Candelaria (Tenerife), hecho que es considerado como trascendental en la historia religiosa, cultural y social de Canarias. Esto se debió principalmente a que en ambas villas se veneran las dos imágenes marianas más populares del archipiélago canario: la Virgen de Candelaria y la Virgen del Pino. Desde entonces una representación municipal de Candelaria encabezada por el alcalde acude y participa en las Fiestas de la Virgen del Pino en septiembre.
En 1991 tuvo lugar el hermanamiento de la Villa Mariana de Teror con la Villa Mariana de Candelaria (Tenerife), hecho que es considerado como trascendental en la historia religiosa, cultural y social de Canarias. Esto se debió principalmente a que en ambas villas se veneran las dos imágenes marianas más populares del archipiélago canario: la Virgen de Candelaria y la Virgen del Pino. Desde entonces una representación municipal de Candelaria encabezada por el alcalde acude y participa en las Fiestas de la Virgen del Pino en septiembre.