Dicha formación vegetal subtropical está formada por una gran variedad de
árboles que conservan su follaje durante todo el año gracias a la alta humedad y a las suaves temperaturas. Este bosque, considerado una reliquia viviente, cubrió la
cuenca del mediterráneo durante el terciario, y desapareció casi en su totalidad con las sucesivas glaciaciones. En Garajonay se pueden encontrar fayas, brezos, laureles, helechos, etc... que presentan endemismos típicos del desarrollo en un entorno aislado y benigno. La zona se ve afectada por los vientos alísios, generando el llamado
mar de nubes, por lo que la condensación del vapor de
agua en las hojas de los árboles (
lluvia horizontal) eleva de manera considerable la cantidad de agua en el terreno. El
parque puede recorrerse fácilmente gracias a los numerosos
senderos que lo atraviesan.