La economía insular se ha basado históricamente en la
agricultura. En las zonas llanas predomina el cultivo de plátanos, papaya, mango y aguacate. No obstante, la producción es pequeña, de tipo familiar, y se dedica al autoabastecimiento de la isla. En laderas de las
montañas y barrancos, los cultivos se realizan en
terrazas. Básicamente se plantan papas (patatas) y algunas
hortalizas. La
ganadería de la isla se compone de
cabras, así el queso fresco y curado, realizado aún de forma artesanal, es otro de los productos típicos gastronómicos de la isla. En los últimos años, el desarrollo económico se ha orientado hacia el turismo, especialmente en el rural. El senderismo, excursionismo,
pesca y ciclismo de
montaña, son los
deportes más practicados por el turismo en la isla. Pese a que la isla carece de grandes centros turísticos, desde el Cabildo se han llevado a cabo una serie de programas para restaurar
casas antiguas y convertirlas en pequeños
hoteles rurales.