Conocida desde la
antigüedad y citada por autores clásicos como Tolomeo (90-168), la
historia moderna de la Isla comienza con su conquista, que no se inició hasta la expedición castellana realizada entre 1404-1405, aunque en el siglo XII ya había sido visitada por una expedición enviada por Alfonso el Benigno de
Aragón. A partir de 1445, el señorío de
La Gomera empezó a ser gobernado por varias generaciones de una estirpe familiar que se inició con el primer Peraza, de nombre Hernán. Su hijo, Hernán Peraza El
Joven conoció varias sublevaciones a su mandato por su tiránico proceder y el mal trato del que hizo gala con los isleños, muriendo de forma violenta en la
cueva de Guahedum. El historiador Viera y Clavijo (1731-1831) se refirió a este período histórico cuando escribió que los aborígenes gomeros fueron los que “sin arrojar un dardo rindieron a Juan de Bethencourt y los que hicieron más cara su conquista, más difícil su obediencia y más sangrienta su sumisión”.