Pues los
Caños de Epina son siete: de los pares deben beber los hombres y de los impares las mujeres. Dicen que el que logra beber de todos sin respirar se
casa en menos de un año y, es más, que basta con mirar a la poza dónde estallan los chorros para saber que será de nuestro futuro en las cosas del querer, ya que si el
agua es clara y puedes verte reflejado en el agua, te espera la suerte en el amor; pero si el agua, en el momento que te acercas, está turbia, sólo puedes esperar la condena de una vida de amores no correspondidos. Mejor no arriesgarse.