Los gomeros fue un
pueblo "inconformista" y "rebelde" que se levantaba cada vez que se cometía una tropelía o una injusticia hacia su pueblo. Esta isla al igual que
El Hierro,
Lanzarote y
Fuerteventura estaban bajo un señorío, que duró hasta principios del siglo XIX, a diferencia del realengo en el que estaban las islas de
La Palma,
Tenerife y
Gran Canaria. El señorío de
la Gomera está relacionado con la
familia Peraza y se caracterizó por su crueldad y por su tiranía. Fernán Peraza "el Viejo" se establece en La Gomera. Debido a la muerte de su hijo Guillén Peraza en una incursión en La Palma, le sucede Diego de Herrera, marido de Inés Peraza. Y a su muerte, el señorío fue repartido entre parte de sus hijos.