Imada, entre
terrazas de cultivo y
palmeras canarias, es otro de los
caseríos idílicos de
La Gomera, en cuyo
paisaje destacan los roques que parecen custodiar el
pueblo mientras rebaños de
cabras pastan en libertad en las laderas. Desde el
mirador de El
Santo se obtienen las mejores vistas de Taguluche, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, con sus casitas blancas y un espléndido palmeral, un conjunto flanqueado por las imponentes laderas del profundo barranco que desemboca en el
mar. También hay que visitar los caseríos de Chejelipes, donde destacan las tres presas rodeadas por fértiles
campos de cultivo, además de
Alojera,
Chipude, Epina, El Cercado, Tamargada,
Tazo,
Arure… Imposible elegir, así que ¡a por todos!