Disfrutar de unos días en alguno de los
alojamientos rurales que podemos encontrar en muchos de estos
caseríos nos recarga de nuevas energías para regresar a
casa con otro ánimo. Si descendemos a la costa, el
paisaje cambia radicalmente, pero también encontramos varios atractivos. Uno de ellos es el
Monumento Natural de Los
Órganos, un espectacular
acantilado volcánico en forma de tubos de
órgano que caen verticalmente al
mar y que únicamente puede admirarse desde el
barco. Un maravilloso capricho de la
naturaleza que sin duda vale la pena visitar. En la isla encontramos acogedoras
playas de oscura arena donde disfrutaremos igualmente de momentos inolvidables. El mar que rodea
La Gomera también guarda otras sorpresas, y esta es especial, una experiencia cargada de emociones: observar a las distintas especies de cetáceos, como calderones tropicales o los simpáticos delfines, nadar en libertad en cualquier época del año.