Y si bien a partir del siglo XIX ya habían cesado los ataques piráticos y las guerras con el exterior, las comunicaciones no mejoraron sustancialmente hasta finales de la centuria. La presencia del
barco de vapor, la construcción y desarrollo de los
puertos de La Luz y de
Santa Cruz de
Tenerife, el inicio del cultivo del plátano y el tomate alteró la tradicional incomunicación de
La Gomera y transforma sus
paisajes. El plátano ocupó entonces el fondo de los barrancos en los
valles del Norte de la Isla, los más húmedos, y el gomero escaló sus laderas a partir de ímprobos esfuerzos para crear superficies cultivables. Se construyeron los pescantes de
Vallehermoso,
Agulo y
Hermigua que daba salida a la
fruta sirviendo al mismo tiempo de
vía de comunicación entre los
pueblos gomeros y Tenerife.