En el antepresbiterio (25), se localizó la tumba de los condes de la isla de
La Gomera. La colocación de los cuerpos en sentido diferente al eje longitudinal del templo hizo pensar que el crucero fue el centro de la primitiva
ermita. Una edificación que, dada la ubicación de los cadáveres, debió seguir otra orientación. En los estratos inferiores de la fosa, los más antiguos, se hallaron los restos de dos cadáveres. Uno de ellos un hombre
joven que había fallecido de forma violenta, probablemente Guillén Peraza, hijo de Hernán Peraza El Viejo, Viejo, muerto por los aborígenes palmeros. El otro cadáver, del que se halló sólo la cabeza, podría ser Juan Rejón, fundador de Las Palmas de
Gran Canaria, asesinado en las
playas de
Hermigua por Fernán Peraza, su mortal enemigo. Así, la Asunción es última morada y reposo de un guerrero singular.