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La idea de construir un nuevo templo más capaz para albergar a la creciente feligresía de El Paso se materializó nueve meses después de haberse dado el decreto de erección de parroquia filial. Así, el 1 de septiembre de 1861, el ayuntamiento junto con el párroco y los vecinos oficiaron al gobernador eclesiástico haber acordado ampliar la ermita con las limosnas del vecindario. El comunicado iba acompañado de un plano, obra probablemente del arquitecto Don Laureano Arroyo y Velasco que costo 720 ptas, ... (ver texto completo)
Su pavimento, de los mejores de la isla, es de cantería gris. El del presbiterio, en bajo relieve, tiene un magnifico rosetón al centro, mientras que el de la nave aparece colocado de forma caprichosa con piezas rectangulares y hexagonales y con trazos geométricos. Dos escalones de cantería separan el presbiterio de la capilla mayor y uno de la nave.
La única nave de esta iglesia la recubren tres tirantes ornamentales mudéjares en la techumbre.
Esgrafiado que cubre las paredes exteriores, en este caso se ve el detalle de estrellas dentro de círculos.
Los motivos ornamentales son de ritmo geométrico formado por bandas que encuadran los paramentos: estrellas inscritas en círculos, rombos ajedrezados y fingidas sillerías almohadilladas que dan un aspecto noble a las paredes y especialmente a las esquineras.
La imagen de Ntra. Sra. de Bonanza es de autor anónimo y fue tallada probablemente en el siglo XVII. Es de las llamadas de candelero, lleva peluca (no se aprecia al llevar siempre un rostrillo) y tiene sobre la cabeza una corona imperial y media luna de plata a sus pies. Se encuentra en actitud orante y no lleva niño.
En la nave, en la pared del Evangelio, un nicho de cantería donde se veneraba un Calvario con un cristo de marfil. Actualmente se encuentra en dicho nicho un Cristo Crucificado conocido como el “Cristo del Espíritu Santo”, realizado en Alemania en 1835 por el Maestro Schwadw y donado a la Ermita de Bonanza el 28 de junio de 1998 por Don Hayo Von Kentzingen.
Posee esta ermita tres ventanales rectangulares, formados por cristales cuadrados de colores separados por varillas de madera con marco también en madera de carpintería tradicional de tea pintada o abocinado de cantería, que dan al sur, dos en la nave y uno en el presbiterio. Frente a ésta, y al otro lado, un ventanal-ajimez, o de celosía en saledizo, de pequeño vuelo desde donde los patronos asistían a los actos religiosos.
La fachada se remata con una espadaña central de cantería gris y de forma caprichosa con tres vanos de medio punto concebidos para tres campanas (en el año 1856, según consta documentalmente, “…varios hijos de este pueblo de El Paso, residentes en Cuba, donaron una campana para la Ermita de Bonanza.”).
Sobre la puerta principal un balcón descubierto con su antepecho cerrado y decorado con cojinetes poligonales (rombos) bajo los dos cuerpos de balaustres torneados en madera de tea pintada separados por listón plano, encima el pasamanos con remates en los extremos. Jabalcones de madera apean la viga en la que apoyan las vigas perpendicularmente a la pared que sustenta el balcón.
Los arcos de las puertas son de cantería, en piedra basáltica, aunque albeadas de medio punto con basas y capiteles. La principal, enmarcada por arco de medio punto de cantería con sus impostas salientes decoradas con molduras, orientada al poniente y una lateral, hacia el sur.
La cubierta es tradicional a dos aguas formada por pares, entablonado y durmientes en madera de tea y teja cerámica curva.
El edificio presenta muros de carga de mampostería de piedra natural y barro, revestido con mortero de cal, con un interesante trabajo de esgrafiado que cubre totalmente las paredes exteriores confiriéndole un carácter personal y poco usual.
La imagen de Nuestra Señora de Bonanza es propia de su época, de las llamadas de candelero, de vestir. En la actualidad recibe culto en la nueva iglesia que se ha edificado en el término de El Paso. Al principio estuvo depositada en la parroquia de Los Remedios de Los Llanos, colocada en uno de los nichos del altar del Rosario debido a las vicisitudes por que pasó el templo de su advocación, pero en 30 de julio de 1776 el visitador general del obispado ordenó que se pasara al lugar de su pertenencia ... (ver texto completo)
La ermita se visitó por primera vez el 9 de julio de 1733 por la autoridad eclesiástica y se bendijo el mismo día, aunque no estaba terminada todavía. El edificio, finalizado, resultó de muy buena factura y, sin duda, como ermita, el mejor y de más calidad de toda la Isla.