Entre 1778 y 1782 se construyeron unas andas para la
Virgen, por un coste de 416 reales, valor de las mismas e “incluso el costo de conducirla desde la ciudad a la
ermita”. A mediados del siglo XVIII era usual que dentro del ajuar de los templos se tuviera una imagen pequeña para recoger limosnas que la llevaban en
procesión caminando y visitando al vecindario. La ermita de
El Paso la tuvo con un coste de 29 reales por “una Imagen de Ntra. Sra., corona, lunita y nicho, que se hizo para pedir limosna”. También José Remedios recibió 24 reales por “el coste de hacer y dorar el rostrillo de la Virgen”.