Sobre el origen del municipio de
Arona hay pocos datos y los que hay se hallan dispersos. Se refieren casi exclusivamente a la tradicional existencia de algunos asentamientos tras la conquista. Viera y Clavijo, nos habla de este núcleo de Arona, junto con los del
Valle y
Cabo Blanco, al referirse a Chasna por otro nombre
Vilaflor.
La
ermita de
San Antonio Abad fue construida al parecer por el hijo de Antón Domínguez el Viejo, en el siglo XVII, por encontrarse su vivienda lejos de Vilaflor. La ermita fue erigida en
parroquia por auto de separación de 30 de marzo de 1796, separándose de la
iglesia matriz de Vilaflor.
Sin embargo, pese a estos modestos principios, el municipio ha conocido en los últimos años un espectacular crecimiento.
Los Cristianos, a mediados del siglo pasado, no era más que un pequeño
puerto pesquero y una cantera; hoy es punto importante en la recepción del turismo.
Su población, sensible a los problemas surgidos con la caída de los precios de la cochinilla, el hundimiento de la
agricultura, los efectos de la Primera Guerra Mundial y de la guerra civil, que provocaron la emigración, se ha visto, sin embargo multiplicada por nueve en un siglo, dando idea de la importancia del desarrollo alcanzado por este municipio sureño.