Son edificaciones de dos plantas construidas con materiales de primera calidad, muros decorados con
piedra labrada y
balcones tallados en madera. La
casa está dividida en varias áreas según la funcionalidad que se le daba: las dependencias familiares, la zona laboral y agrícola, y en algunos casos, una
ermita. Destaca la Hacienda de
San Juan de Taco, construida en forma de ‘L’ y con una Ermita que data de 1641. La utilización masiva de cantería, su distribución y la disposición de los vanos la convierte en un ejemplo singular, más parecido a los modelos constructivos de
Gran Canaria que a los/as tinerfeños/as. La
fachada presenta un tratamiento a base de cantería que enmarca las
ventanas superiores con pequeñas gárgolas. También encontramos la Hacienda de La
Fuente, antigua propiedad de Juan Méndez El Viejo; personaje muy significativo que tomó parte en la conquista de Gran Canaria,
Tenerife y
La Palma. Al valor histórico se añade el interés arqueológico de la hacienda debido a la existencia de numerosos yacimientos prehispánicos cerca del límite costero de la
finca.