Manantial de agua a orillas del mar, cerca de la playa de Punta de Teno, BUENAVISTA DEL NORTE

Aunque el término guanche acaba adjudicándose a todos los nativos en general, lo cierto es que en realidad estos eran los originarios de Tenerife: en El Hierro vivían los bimbaches, en La Palma los benahoritas, en La Gomera los gomeritas, en Gran Canaria los canarios y en Fuerteventura y Lanzarote los majos. Cuando los españoles arribaron en estas tierras, los aborígenes ya llevaban dos mil años ocupándolas. De origen bereber (lo que explica que muchos de ellos fueran rubios de ojos azules y altísimos para la estatura media de esa época), el término guanche proviene del vocablo wanshen, que podría traducirse como «los hombres de Ashenshen», que es como ellos denominaban a Tenerife. Los guanches llegaron a la isla desde el desierto africano, empujados por las colonizaciones fenicias y romanas y la sequía opresiva del Sahara. Con ellos traían animales domésticos como cabras, cerdos, ovejas y perros, y su llegada a Tenerife cambió la fisonomía de la isla, ya que acabaron exterminando a especies endémicas como el lagarto o la rata gigante al cazarlos indiscriminadamente.
(11 de Julio de 2019)