Guanches: así eran y así vivían los (altísimos) aborígenes de
Canarias -Veneraban a Achamán, el dios de los
cielos, y a Chaxiraxi, la diosa de la cosecha (que con el tiempo se convirtió en la
Virgen de la Candelaria, la patrona de la isla) y temían a Guayota, el rey de los infiernos. Aseguraban que este vivía escondido en el Teide, que ellos conocían como Echeide y simbolizaba el averno. Orientaban sus
altares hacia los astros, lo que también les acerca, de nuevo, a la civilización egipcia. Los guanches no conocían la rueda pero sí la alfarería, la costura (su vestimenta era de pieles y fibra de hoja de
palmera) y, como hemos comentado, la
agricultura, aunque esto obligara a los menceyatos del sur a la trashumancia y la vida nómada. Hay que recordar que en el sur de
Tenerife, debido al calor, la sequía y el origen volcánico del terreno, es más difícil sacar adelante las cosechas, por ello eran mucho más ricos los menceyatos del norte.