Lugar habitado desde épocas guanches, en donde los aborígenes daban culto a una imagen de la
Virgen María aparecida en una cercana
playa. Actualmente centro de devoción del Archipiélago Canario, lugar visitado diariamente por miles de personas.
Los orígenes históricos de esta Villa Mariana (capital espiritual de las Islas
Canarias) 3 se remontan a la aparición de la Virgen María que según la leyenda fue encontrada en la cercana Playa de Chimisay (actual municipio de
Güímar) en el siglo XIV, en época de los guanches y que el rey de la zona (Mencey de Güímar) ordenó conservar la "extraña figura". Más tarde un guanche cristianizado llamado Antón guanche, reconoció en la imagen a la Virgen María y desde entonces se la invoca bajo el nombre de "Nuestra Señora
Santa María de la
Candelaria".
Después de la conquista de la isla (1496) la imagen fue trasladada a la
Cueva de Achbinico situada detrás de la actual Basílica de Candelaria, en esta cueva recibió culto por parte de los guanches, quienes la llamaban "Chaxiraxi" (nombre de una deidad guanche). La devoción a la virgen convirtió a la Cueva de Achbinico o Cueva de
San Blas, en el primer
santuario cristiano de Canarias. La imagen de la virgen fue robada y llevada a
Lanzarote, donde se dice que la talla de la virgen se giraba mirando en dirección a
Tenerife, la imagen fue después devuelta a su cueva en Tenerife. Posteriormente la Virgen de Candelaria fue trasladada a la basílica, situada a unos pocos metros delante de la cueva. Actualmente hay en la cueva una imagen en bronce de la Virgen de Candelaria, que es una copia fiel de la primitiva imagen adorada por los guanches y también hay en la cueva una imagen de San Blas (el
santo que da el actual nombre a la cueva). La cueva de Achbinico tiene una gran importancia no solo religiosa, sino también histórica, pues en ella fueron bautizados los guanches, la
pila original con la que fueron bautizados aún se conserva en el camarín de la basílica. También destaca la
Fuente de los Peregrinos, situada junto a la basílica.
La zona sobre la que actualmente se asienta el municipio de Candelaria ha sido objeto de ocupación humana al menos desde épocas guanches, hace aproximadamente 2.000 años, según atestiguan los yacimientos arqueológicos encontrados. La zona donde actualmente se asienta Candelaria pertenecía al Menceyato guanche de Güímar.