Candelaria se encuentra a una altitud media de 878 m s. n. m. y abarca una superficie de 49,18 km², ocupando el 15.º puesto de la isla y el 26.º de la provincia. Candelaria se sitúa en el extremo septentrional del
valle de
Güímar, presentando una acentuada complejidad topográfica. En el sector meridional y en las proximidades de la costa aparecen espacios relativamente llanos, donde se sitúan las entidades de población más importantes, mientras que la zona norte se corresponde con una zona montañosa. La Ladera de Chafa, límite norte del Valle, constituye el elemento del relieve más destacado. Presenta el aspecto de un enorme paredón que se inicia en el Lomo el Yugo, a unos 1.730 m s. n. m., y finaliza formando un
acantilado —Los
Órganos— a escasa distancia de la costa. En los límites con el municipio de
Arafo se encuentra el malpaís originado por la Media
Montaña —1.228 metros—, con varios kilómetros de recorrido a favor de la pendiente. Muy cerca de éste, destacando por su aspecto blanquecino, existen acumulaciones de pumitas de cierta importancia; reciben el nombre de «toscas» y de ahí el topónimo Toscas de la Viuda con que se conoce el sector. Al pie de la Ladera de Chafa se localizan importantes depósitos de aluviones procedentes de los barrancos de Araca, El Fuerte y Chacorche, que son intensamente explotados en la actualidad. El litoral de Candelaria es variado; el sector septentrional, entre la Montaña Bermeja y Las Tablas, forma un acantilado de un centenar de metros; en el resto predominan las
playas, algunas de fina arena negra.