Esta es una de las muchas leyendas e historias que giran entorno a la
Virgen de
Candelaria, lo único que se sabe con certeza es que los guanches ya la adoraban antes de la conquista de la isla en 1496. La talla original desapareció en un fuerte temporal en 1826 por lo que en 1827 el
escultor Estévez del Sacramento realizó una nueva imagen de estilo neoclásico. La Basílica de Nuestra Señora de La Candelaria se sitúa en la costa sur de
Tenerife, y es uno de los templo católicos de mayor importancia en el archipiélago, acogiendo en su interior a la Patrona de
Canarias, la Virgen de la Candelaria. Concretamente, se encuentra en un pequeño y precioso
pueblo marinero, Candelaria, coronando una enorme
plaza conocida por ser la
puerta de entrada a la Basílica y por las decenas de
estatuas que se erigen a sus
puertas en honor a los pobladores pre-hispánicos de Tenerife.