A los pies de la Basílica se encuentra, también, la
playa de
Candelaria, una acogedora playa de arena volcánica frecuentada principalmente por vecinos de la zona. Candelaria es un
pueblo magnífico, con mucho encanto y lleno de pequeños tesoros, con maravillosas callejuelas y una amplia zona comercial y de restauración. Unos cien años antes de que se produjera la conquista de
Tenerife, a finales del siglo XIV, apareció en las costas del
valle de
Güímar una talla
gótica de la
Virgen de Candelaria, imagen a la que los guanches rindieron culto con el nombre de Chaxiraxi. Desde el año 1526 la imagen permaneció en el
santuario que se construyó bajo las órdenes del segundo Adelantado, Pedro Fernández de
Lugo. Esta primitiva imagen desapareció a causa de un aluvión en 1826, la talla actual es obra del tinerfeño Fernando Estévez, quien la realizó en 1827