El tramo superior del municipio, comprendido entre la cumbre y los 600 metros aproximadamente, presenta una acusada pendiente, la cual se suaviza a partir de dicha cota hasta la línea costera. El territorio se ha visto profundamente afectado por las erupciones cuaternarias e históricas, lo cual se refleja en el relieve; buena muestra de ello son los numerosos conos volcánicos que lo accidentan, así como los notables apilamientos sálicos, de
color amarillento, tan característicos de este sector de la isla. Entre las formaciones volcánicas más destacadas del interior cabe mencionar la
Montaña Guajara y toda una serie de conos volcánicos más o menos conservados. Los principales de norte a sur son las
montañas de Iferfe, de Las Chozas, de El Lugar, Acojeja, Chiñama, Montaña Gorda, Yaco, de Ifara y de Los Riscos. En la zona costera existen numerosas manifestaciones volcánicas de gran interés, destacando la Montaña Pelada, caldera de explosión resultado de la interacción entre el magma y el
mar; y la Montaña Roja, cono producto de una erupción litoral que quedó conectado a la isla por un brazo de materiales volcánicos. Entre estas dos elevaciones se desarrolla un sistema dunar de los más importantes del litoral tinerfeño.