Hacia 1500 se construye una
ermita en honor a
san Marcos Evangelista, cuya imagen sostiene la
tradición apareció en la
playa de San Marcos poco después de la conquista. En 1515, dado el crecimiento de la población de Icod, se eleva la ermita al rango de
parroquia, comenzando a contar además con alcalde real desde 1520. Fray Alonso de Espinosa describe Icod a finales del siglo xvi de la siguiente manera:
Icod de los Vinos (a diferencia de otro, que llaman el Alto) es un
pueblo de mucha vecindad y de hombres honrados y ricos; está edificado en la falda del Teide, con buenos
edificios; hay en él mucha madera. En 1676 Icod es descrito por el historiador Juan Núñez de la Peña de la siguiente forma: ICOD. El lugar de Icod puede ser Villa, por ser tan grande, cogense en su jurisdicción de todos
frutos, de vinos de malvasia, trigo, centeno, y otras semillas, labrase mucha seda; en este lugar no se conoce a ninguno por su propio nombre, ni legítimo apellido, sino es por alcuña, que unos a otros se ponen (...). Tiene este lugar muy buena parroquia con dos beneficiados, y muchos capellanes, buena
música que todos los de este lugar son mas inclinados a ella, que otros, y los más tienen buenas voces; hay dos
Conventos de religiosos, uno de S. Agustín y otro de recoletos de S. Francisco, gran
convento, y otro de monjas de la Concepción de la orden de S. Bernardo, cerca de este lugar está una ermita de S. Felipe Neri, de mucha devoción en toda la isla, hay en este lugar su alcalde, y dos escribanos, y mucha gente noble, como en los demás lugares.