Casa de Los
Cáceres. Antigua residencia de Lorenzo Cáceres, coronel de ingenieros. Su
fachada neoclásica de tres plantas presenta tradicionales
ventanas de cuarterones y una alta
puerta central de
arco con marco de
piedra. También presenta cornisa y balaustrada con
balcón descubierto en la
ventana principal. Actualmente, la casa es un
museo que cuenta la
historia del inmueble, además de un importante lugar para
exposiciones, obras de
teatro, ruedas de prensa y diferentes actividades. Se dice que la casa tiene tantas
puertas y ventanas como días tiene un año. La
arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico que produjo el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX, confluyendo a partir de entonces con otras tendencias, como la arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico. Algunos historiadores denominan el periodo de la arquitectura neoclásica de la primera mitad del siglo XIX como clasicismo romántico, a pesar del oxímoron, dado que, además de coincidir en el tiempo con el romanticismo, estilísticamente comparte rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las edificaciones clásicas grecorromanas. Una cornisa, palabra proveniente del Latín coronis, es la parte superior y más saliente de la fachada de una edificación. Tiene como función principal evitar que el
agua de
lluvia incida directamente sobre el muro o se deslice por el mismo, además de rematar la fachada del
edificio. Un balaustre o balaústre es una forma moldeada en piedra o madera, y algunas veces en metal o
cerámica, que soporta el remate de un parapeto de
balcones y
terrazas, o barandas de
escaleras. El conjunto de balaustres se denomina balaustrada.