En 1630 se erigió el
convento de las bernardas de Icod que sucumbió en el incendio que asoló Icod el 2 de mayo de 1798, en el que se incendiaron también otras seis
casas, entre ellas la de la alcaldía. Aunque había tratado de fundarlo Gaspar Alfonso de Albarnaz, sólo su hijo Domingo pudo acceder a su patronazgo. Finalmente en 1641 se fundó el último convento de Icod, el franciscano del Espíritu
Santo, recayendo también su patronato en la
familia Alzola. Establecimientos que nos hablan de la riqueza que fluía por la localidad en los años de expansión vinícola. Es también la época en que se conforma en buena medida su trama urbana. En 1676 se traslada desde La Centinela su
calvario hasta su actual emplazamiento. Por esos mismos años se derruyen varias casas para en su solar proyectar uno de sus ejes más señeros, la
Plaza de la
Pila. No sólo se fundaron
conventos, también desde 1636 se contaba con un área de Misericordia, institución creada por la
parroquia que venía a cumplir la finalidad de los pósitos en otros
pueblos, adelantado la semilla por un interés bajo a los labradores pobres.