LA
ERMITA DE LAS ANGUSTIAS: EL CAIMÁN Y EL RETRATO DE LA
VIRGEN DE CANDELARIA. La
historia o leyenda del caimán fue recogida en su día por Don Cipriano Sánchez Arriba y relata lo siguiente: “La
escultura de la Virgen fue traída de
México, según la
tradición, se cayó en un
río desde el
barco, llevándola la corriente a alta
mar, donde pudo ser recogida por un lanchón; por la travesía a las Islas el barco se incendió, pero gracias a las súplicas de los tripulantes y pasajeros, la Virgen hizo el milagro de apagarlo. Cuéntase de un caballero de Icod, que al pasar un río en México, fue atacado por un terrible caimán y como se viera en recio peligro, invocó a la
santa imagen; salvándose milagrosamente de los afilados dientes del anfibio, teniendo la suerte de meterle su espada por la descomunal boca y atravesarle el corazón, dejándole instantáneamente muerto. Como había hecho muertes en personas y animales, decidieron regalárselo a la Virgen de Angustias, a cuyo fin fue desollado y relleno, enviado a dicha ermita, donde hace años yace pendiente de la techumbre para honor y gloria de esta santísima imagen En la ermita están enterrados sus fundadores – no los del caimán – cuyas losas de mármol así lo indican en el pavimento”.