EL TAJARASTE DEL AMPARO Y SU
ROMERÍA DEL POLEO: Nuestro cronista local más conocido: Don Emeterio Gutiérrez López, decía así sobre la
Ermita del Amparo y la Imagen de su
Virgen “ (…) Corría el primer tercio del siglo XVIII, cuando Fr. Pedro de la
Cruz, descendiente de la noble estirpe de Diego de
León, uno de los fundadores de Icod, animado de aquel celo religioso y ardiente misticismo que tanto distinguió a muchos de nuestros antepasados y dotado de sutil penetración, gran caudal de virtudes y regular hacienda echó sobre sus hombros la grata tarea de edificar esta ermita y dotarla de
casa habitación para el capellán. Fué a Roma donde imploró la ayuda del Papa y de allí regresó a Icod portador de indulgencias y mercedes pontificias, trayendo consigo la imagen de la Virgen del Amparo, bajo cuya advocación erigió el
santuario donde hoy se venera. Invirtió su hacienda y las limosnas de los fieles en terminar la
fábrica y allí vivió muchos años fomentando la devoción al culto de la Virgen del Amparo, hasta que, ya en sus últimos años, se recluyó en el
Convento de
San Sebastián de esta Villa, vistiendo el hábito de la Orden de San Agustín