Estos monjes si que tienen una paciencia infinita, están horas de rodilla e inclinados en una postura muy incómoda para realizar su alfombra. En la
foto se ve como están en esa parte tan delicada, no se si están rayando algo, o si la arena está dentro de un tubo y le dan pequeños golpes con el otro para que salgan los granos de arena casi uno por uno. Esto si que es paciencia infinita.