Ya durante el último tercio del siglo XIX, la crisis agraria motivada por el declive de la cochinilla originó la introducción de un nuevo cultivo de exportación como fue el del plátano, que desembocó en un nuevo período de auge económico para
La Orotava durante las postrimerías del siglo XIX y las primeras décadas del XX. La boyante situación se vio rápidamente refrendada en la reforma urbana que experimentó el municipio durante aquellos años, donde la introducción del lenguaje ecléctico modificó ostensiblemente la imagen de una
arquitectura hasta entonces dominada por el componente mudéjar. Fueron, así, muchos los
edificios dieciochescos enmascarados por pantallas eclécticas en sus
fachadas; y algunas
vías importantes variaron casi por completo su fisonomía como la
calle Carrera del
Escultor Estévez.