Inmediatamente los nuevos colonos adquirieron todos los derechos de recibir los beneficios y se inicia el proceso de ocupación del lugar, origen del municipio, procediéndose a los repartos de tierras yaguas entre los hombres que habían participado en la empresa de la conquista y la posterior colonización: hidalgos, familiares del Adelantado y acreedores de la hazaña bélica, siendo el reparto realizado el l0 de enero de 1502 el más destacado por el número elevado de beneficiarios. Los colonos contaban con el preciado oro del
agua y con un desnivel que le permitía utilizarla para el riego de sus tierras, como fuerza hidráulica para mover los
molinos y como fuerza motriz para establecer ingenios para la obtención del azúcar, producto muy vinculado a la demanda del
mercado internacional, y por cuya obtención se realizó, entre otras razones, la expansión europea por el Atlántico. Por eso, sobre la inclinada alfombra de tierra fértil del
Valle de
La Orotava, los propietarios comenzaron a explotarlo económicamente con el cultivo de la caña de azúcar.