Estamos en los orígenes de la estructura urbana del municipio de
La Orotava y por último, más arriba del espacio urbano, se encontraba la zona habitada por los campesinos pobres que residían en
pajares construidos de
piedra, sobre suelos de tierra batida y con techos construidos de pinocha o paja. Según Leopoldo de la Rosa, el número de habitantes en 1506 oscilaba entre 80 y 100 habitantes. Cuando en 1561 se hizo la tazmía de
Tenerife, la Villa de La Orotava tenía un grupo poblacional de 526 vecinos, con un total de 2.575 personas. La producción azucarera dio paso en la segunda mitad del siglo XVI al de la vid, cuyo cultivo se fomenta también en los repartos. El siglo XVII, la Villa de La Orotava, y el
valle que lleva su nombre, estuvo marcado casi en su totalidad por la producción vitivinícola, sin olvidar que la Villa no rinde sólo culto a sus vinos, sino también al
agua, ese recurso natural básico de gran importancia para su economía.