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Este templo parroquial ha variado mucho a lo largo de los siglos desde su construcción inicial a finales del s. XVI, pues se le han ido incorporando el coro, las capillas, el camarín de la Virgen y, ya en el s. XX, se modificó sustancialmente su fachada, que se construyó en 1926 a partir de planos de Mariano Estanga, de estilo gotizante.
De una sola nave, con capillas laterales adosadas, está cubierta con artesonado de inspiración mudéjar. En la capilla situada a la izquierda se venera la imagen del Cristo de la Misericordia, de la escuela sevillana de la primera mitad del s. XVII, atribuida por algunos al cordobés Juan de Mesa, discípulo de Martínez Montañés, y que está considerada como una de las esculturas más valiosas de toda Canarias.
La talla de la titular tiene un origen oscuro - una leyenda cuenta su aparición en 1521 en la costa cercana a Garachico- y posee una interesante corona en plata dorada (mejicana s. XVII), aunque en orfebrería destaca sobremanera la Cruz Procesional, de finales del s. XVI, que está considerada como la pieza más lograda de todo el Renacimiento isleño; el cruce de los brazos lleva un ancho medallón en el que se han labrado las murallas de Jerusalén, resultando de gran belleza el nudo de la cruz.
El Convento de San Sebastián fue fundado en 1649, siendo sus fundadores Sebastián Pérez Enríquez y su mujer Luisa Francisca Montañés. De la orden de las monjas de San Bernardo, se trata de una construcción sencilla que adquiere su forma definitiva en el siglo XVII. Su estructura es la siguiente: claustro y patio, éste con dos cuerpos, alto y bajo.
De una sola nave, con capillas laterales adosadas, está cubierta con artesonado de inspiración mudéjar. En la capilla situada a la izquierda se venera la imagen del Cristo de la Misericordia, de la escuela sevillana de la primera mitad del s. XVII, atribuida por algunos al cordobés Juan de Mesa, discípulo de Martínez Montañés, y que está considerada como una de las esculturas más valiosas de toda Canarias.
La talla de la titular tiene un origen oscuro - una leyenda cuenta su aparición en 1521 en la costa cercana a Garachico- y posee una interesante corona en plata dorada (mejicana s. XVII), aunque en orfebrería destaca sobremanera la Cruz Procesional, de finales del s. XVI, que está considerada como la pieza más lograda de todo el Renacimiento isleño; el cruce de los brazos lleva un ancho medallón en el que se han labrado las murallas de Jerusalén, resultando de gran belleza el nudo de la cruz.
El Convento de San Sebastián fue fundado en 1649, siendo sus fundadores Sebastián Pérez Enríquez y su mujer Luisa Francisca Montañés. De la orden de las monjas de San Bernardo, se trata de una construcción sencilla que adquiere su forma definitiva en el siglo XVII. Su estructura es la siguiente: claustro y patio, éste con dos cuerpos, alto y bajo.