Desde este imponente
paisaje de espectacular altura es posible ver la cima del Teide, buena parte del océano Atlántico, Las islas de
El Hierro,
La Gomera y
La Palma y sus maravillosos atardeceres con una sensación de infinita libertad. Para llegar a este pequeño y pintoresco
pueblo de
Masca hay que disponer de un todoterreno pues la
carretera que sale desde
Buenavista del Norte nos conduce a un
camino muy sinuoso de estrechas y cerradas curvas acompañadas de profundos y entrelazados barrancos, por lo que la emoción está completamente garantizada para llegar y disfrutar de este lugar que captura la imaginación con su singular y espectacular belleza y su glorioso y mágico pasado. El
caserío rural más visitado de
Tenerife. Si se quiere conocer el Tenerife rural, más allá de los núcleos turísticos, la visita al caserío de Masca es ineludible. Situado en pleno macizo de Teno, enclave de singular y agreste
naturaleza en el noroeste de la isla, Masca sorprenderá al visitante por sus cuidadas
casas y sus callejuelas empedradas; ejemplos vivos de la
arquitectura rural tinerfeña. Muchas de las primeras han sido rehabilitadas como
alojamientos en los que desconectar del estrés de las urbes y dejarse llevar por el paso sosegado del tiempo. Es habitual encontrar en Masca turistas que buscan algo más que sol y
playa. El caserío ofrece
tiendas de
artesanía,
bares y
restaurantes, y ha sido declarado Lugar de Interés Etnográfico e Histórico. Esta importancia queda bien reflejada en el
Museo Etnográfico de Masca. Otro de sus atractivos es el impresionante paisaje de laderas y barrancos; el
sendero que desciende el barranco de Masca es uno de los más populares y transitados de la isla.