EL PROBLEMA DEL NOMBRE: LOS GUANCHES-SE MANTIENE LA
TRADICIÓN Y SE RATIFICA TRAS EL «PLEITO DE LOS NATURALES», planteado por los guanches casi un siglo después de la conquista de
Tenerife, ante la Real Audiencia, que reconocía el derecho de los guanches para portar la imagen de la
Virgen de Candelaria en la
procesión, habiendo sido ellos a los que se les había aparecido, varios años antes de la llegada de los conquistadores a
Canarias. Ellos, los actuales descendientes, con orgullo, se visten de pieles como sus ancestros, siendo un vínculo con la Virgen y con los guanches de hace 600 años. El auto sacramental, que representan en El Socorro (Güímar) y en Candelaria, es lo que queda vivo de aquella situación experimentada por los naturales con la aparición de la Virgen de Candelaria en las
Playas de Chimisay: La imagen apareció en aquel entorno de El Socorro, que aún se conserva, entre guanches que saltan con las lanzas, tocan el bucio y se comunican con silbos, un rito que se revive cada año.