Como si de una
gruta prehistórica se tratara, el entornos nos acoge y nos sobrepasa; todo aquí es pétrea belleza, desierto de
piedra volcánica en estado puro, yunque para que el sol, el viento, el
agua y el fuego modele un escenario en donde representar las más épicas tragedias.
Cualquiera que pasee por estas Cañadas de Teide recibirá el impacto de estar en otro mundo, en otro planeta y en otra dimensión.