Tras una encarnizada lucha, Achamán consiguió derrotar a Guayota, sacar a Magec de las entrañas de Echeyde y taponar el cráter con Guayota en su interior. Dicen que el tapón que puso Achamán es el llamado
Pan de Azúcar, el último cono, de
color blanquecino, que corona el Teide. El Teide se recubrió de un carácter demoníaco en la cosmogonía guanche no solo de la isla de
Tenerife, sino del resto del archipiélago. Según el catedrático Antonio Tejera Gaspar, existen determinadas manifestaciones religiosas en
La Gomera,
El Hierro,
La Palma y
Gran Canaria que tienen como referencia al Teide.