La margarita del Teide, también llamada magarza de cumbre, es uno de los endemismos más preciados del Parque Nacional del Teide. Se trata de un pequeño arbusto, alcanza una altura máxima de 50 cm, que tiene un aspecto algo globoso, como una media esfera, y sus flores son blancas y amarillas. Solo está presente en la isla de Tenerife.
La margarita del Teide es un arbusto pequeño, mide aproximadamente 50 cm de altura, ramificado y con forma algo globosa, como una especie de media esfera. Sus hojas son alargadas, vellosas y divididas, con los pecíolos, es decir, los rabillos que unen las hojas y el tallo, largos y gruesos. Las flores son blancas y amarillas, y se disponen en formaciones de unas 12 cabezuelas, lo que provoca el efecto de una sola flor. A su vez, se dan dos tipos de flores, las externas, encargadas de atraer a los insectos; y las internas, responsables de la reproducción. El periodo de floración tiene lugar en primavera.
Es capaz de aparecer hasta los 3600 m de altitud. Se desarrolla en la base de las rocas basálticas o entre el malpaís, y crea espesos matojos. Este paraje es uno de los más importantes de la Macaronesia en cuanto a patrimonio vegetal se refiere y es donde esta margarita comparte espacio con otras especies endémicas como el emblemático Tajinaste rojo (Echium wildpretii). La flora de este lugar soporta condiciones climáticas duras, por ejemplo, humedad baja, fuerte insolación, vientos y nevadas.
La margarita del Teide es un arbusto pequeño, mide aproximadamente 50 cm de altura, ramificado y con forma algo globosa, como una especie de media esfera. Sus hojas son alargadas, vellosas y divididas, con los pecíolos, es decir, los rabillos que unen las hojas y el tallo, largos y gruesos. Las flores son blancas y amarillas, y se disponen en formaciones de unas 12 cabezuelas, lo que provoca el efecto de una sola flor. A su vez, se dan dos tipos de flores, las externas, encargadas de atraer a los insectos; y las internas, responsables de la reproducción. El periodo de floración tiene lugar en primavera.
Es capaz de aparecer hasta los 3600 m de altitud. Se desarrolla en la base de las rocas basálticas o entre el malpaís, y crea espesos matojos. Este paraje es uno de los más importantes de la Macaronesia en cuanto a patrimonio vegetal se refiere y es donde esta margarita comparte espacio con otras especies endémicas como el emblemático Tajinaste rojo (Echium wildpretii). La flora de este lugar soporta condiciones climáticas duras, por ejemplo, humedad baja, fuerte insolación, vientos y nevadas.