Este templo consta de tres naves separadas por
columnas de tipo toscano
romano y arquería de medio punto. La cubierta interior es de madera constituida por artesonados mudéjares tan típicos de la
arquitectura religiosa canaria. En el exterior, la cubierta se presenta a dos
aguas con teja árabe. En el interior del templo encontramos una serie de pequeñas
capillas de planta rectangular que no guardan relación con el resto de la nave por ser añadidos posteriores a la primera
fábrica. En la reforma que se realizó a fines del siglo XIX por el arquitecto Manuel de Cámara se suprimieron los
balcones canarios que estaban situados en lo alto de la
fachada (lado de epístola y del evangelio), así como la
espadaña, situada en el arranque de dichas naves. En su lugar se abrió una
ventana vertical de medio punto con vierteaguas encima y alféizar en talud. El
alero se recortó, taponándolo con un pretil.