Argumentaban en apoyo de su petición que «en el dicho
Puerto estamos los vecinos mal, sin tener
ermita ni
iglesia en la que podamos oír misa cada vez que lo solicitemos». Conviene recordar que por estas fechas ya existía una ermita cercana al núcleo vecinal del
Puerto de la Cruz, pues la ermita de
San Amaro se construyó desde finales del siglo XVI. Sin embargo, la comunicación con la citada ermita se debía hacer a través del Barranco de Martiánez, lo cual entrañaba un cierto riesgo, pues en caso de
lluvias torrenciales el barranco corría con fuerza, impidiendo el paso de los vecinos. Es cierto que ya funcionaba la Iglesia de La Concepción en
La Orotava, pero el traslado a finales del siglo XVI desde el Puerto de la Cruz hasta el lugar de La Orotava no era sencillo y rápido, pues los
caminos reales eran escasos y poco cómodos para el transporte de viajeros.