La reconstrucción de la
Iglesia: Conocemos que una vez erigida, la primitiva
ermita pronto se quedó corta para las necesidades religiosas de los vecinos del
Puerto de la Cruz de
la Orotava, que desde la últimas décadas del siglo XVI y las primeras del XVII, tuvo un proceso de acelerado crecimiento de población, por lo que rápidamente comenzaron a pensar en construir una nueva iglesia, provista de más holgura y capaz de albergar en su interior al mayor número de vecinos que se habían radicado en el Puerto de la Cruz. Para dotarla de un espacio mayor, los vecinos se dirigieron al Cabildo de la Isla solicitando un solar adecuado para la reconstrucción, y a tal fin la Justicia y el Regimiento de la isla les otorgó por escritura ante el escribano Bartolomé de Cabrejas, un solar de cuatrocientos pies en cuadro, es decir, el solar encerrado en un cuadrado de 400 pies de lado. Este solar estaba destinado en primer lugar, para la reedificación de la iglesia y una
plaza aledaña, y si después de todo ello sobraba espacio, se señalaba que debía dárseles a los vecinos para construir
casas, pagando senso y tributo perpetuos, como ‘limosna para elaceite de la lámpara, que debía arder permanentemente en la iglesia”.