La conquista de las islas
Canarias fue el proceso por el que este archipiélago, habitado por
pueblos aborígenes, fue incorporado mediante una ocupación
militar a la Corona de Castilla a lo largo del siglo xv. Se pueden distinguir dos etapas en este proceso: la conquista señorial, realizada por la nobleza a cambio de un pacto de vasallaje, y la conquista realenga, llevada a cabo directamente por la Corona durante el reinado de los Reyes Católicos. Los contactos mantenidos durante la
Antigüedad clásica entre el mundo mediterráneo y Canarias quedaron interrumpidos a partir de la decadencia y posterior caída del imperio
romano de Occidente. El término Antigüedad clásica es una expresión historiográfica para referirse al período greco-romano de la Edad Antigua, un largo período histórico que se sitúa entre la Alta Antigüedad y la Baja Antigüedad; y que propiamente corresponde al mundo grecorromano: la
Cuenca del Mediterráneo y el Próximo Oriente, áreas donde la antigua Grecia y la antigua Roma desarrollaron la civilización greco-
romana. El término "clásico" significa "de mayor plenitud" o "modelo digno de imitación", y su utilización para designar al período es marcadamente admirativa, a partir de una visión idealizada posterior sobre la época y su influencia en la conformación de la civilización occidental.