A raíz del expediente de conservación del inmueble iniciado en 1981 por Excmo.
Ayuntamiento del
Puerto de la Cruz, el templo de
San Francisco se declaró
Monumento Histórico-
artístico cinco años más tarde, procediéndose luego a su restauración por parte de la Consejería de Cultura y
Deportes del Gobierno de
Canarias. La planta de la
iglesia “parece” de una nave y media, al incorporar el espacio de la primitiva
ermita construida a finales del siglo XVI. Interiormente se articula en una serie de
capillas exentas –concretamente el espacio más antiguo-, presidida cada una por su correspondiente
retablo. Se cubren con artesonados de madera de planta ochavada, mientras que la nave principal lo hace mediante uno de par y nudillo. El exterior determina una cubierta de teja árabe a cuatro
aguas, tanto para las capillas como para la nave mayor. El acceso a la nave principal es a través de
arcos de medio punto de cantería de toba volcánica.