El
edificio eclesiástico ha experimentado distintas modificaciones y ampliaciones en el transcurso de los años. Una de las más considerables fue la que acometió el arquitecto Diego Nicolás Eduardo en el siglo XVIII. En el año 1972, y
fruto del importante deterioro que el devenir de los tiempos había imprimido, el templo sufrió el hundimiento de varias naves, que se tradujo en 1974 en una exhaustiva reedificación constando en la actualidad de tres naves,
arcos de medio punto y artesonado de estilo mudéjar. Diego Nicolás Martín Eduardo y Villarreal fue un arquitecto español y dibujante, canónigo de la
Catedral de
Santa Ana de Las Palmas de
Gran Canaria. Fue el introductor del estilo neoclásico en la
arquitectura de las Islas
Canarias. También alberga una
pila bautismal de
cerámica vidriada datada de la época de la Conquista de Canarias. La conquista de las islas Canarias fue el proceso por el que este archipiélago, habitado por
pueblos aborígenes, fue incorporado mediante una ocupación
militar a la Corona de Castilla a lo largo del siglo xv.