Tiene dos plantas donde se combinan materiales de
piedra y madera y en la planta baja, el
patio cuenta con siete
columnas de cantería roja a cada uno de los lados, de orden toscano, y con zapatas de madera. En su
torre distinguimos el emblema de los agustinos y una
placa en mármol que dice “Instituto de
Canarias”, colocada en 1896. A los lados destacan dos
balcones con celosías de madera de
tradición mudéjar. En la planta alta encontramos una gran variedad de columnas de fuste liso con
capiteles variados, algunos inspirados en los órdenes griegos y
romanos. Seis
capillas se construyeron en torno al
claustro, que a día de hoy es uno de los mejores y más importantes
claustros renacentistas de Canarias. El Incendio ocurrido el 2 de junio de 1964, destruyó la
iglesia y con ella un patrimonio histórico-
artístico de primer nivel: imágenes como las del conjunto que formaban la
Virgen de la Cinta,
San Agustín y
Santa Mónica, o el
Cristo de
Burgos.