El patronazgo de la ciudad de
San Cristóbal de La Laguna está dividido entre varios
santos y advocaciones. Tal es la proliferación de estos cultos patronales que existe la expresión popular de que «La Laguna tiene más patronos que
Sevilla». Los santos son hombres o mujeres destacados en las diversas
tradiciones religiosas por sus atribuidas relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética; este segundo sentido se preserva en tradiciones espirituales no necesariamente teístas. La advocación es una
fiesta o celebración religiosa de una figura, que en algunos casos ha asumido una organización o que desempeña un papel importante en una religión; en términos generales las advocaciones tienen como fin servir de identificador de un lugar,
mensaje o característica específica a la hora de rezar o recordar alguien o algo sagrado. Las advocaciones se asocian casi siempre con el cristianismo, y más específicamente con el catolicismo. El patronazgo de la ciudad de Sevilla estaba dividido entre varias personas y advocaciones; hasta que en 1946 fue proclamada principal patrona de la ciudad y su archidiócesis la
Virgen de los Reyes por el pontífice Pío XII, invalidándose el resto de los patronazgos anteriores. También son considerados copatronos de la ciudad los arzobispos san Leando y san Isidoro, el rey san Fernando y las hermanas
santas Justa y Rufina.