Afirma la
historia que estos hechos motivaron que la
familia Lercaro se trasladara a vivir a La Orotava, lo que se debió, según el comentario popular, al deseo de huir de la vergüenza de no llevarse a cabo la
boda, a la pena por la muerte de la
joven y a los comentarios que se levantarían en la ciudad. Es probable que hasta huyeran por el alma atormentada de Catalina, según ha destacado un estudioso de los fenómenos paranormales como Héctor Pérez Fajardo. Tras los muros de la
Casa Lercaro, en la parte trasera de la vivienda, existe un
pozo tapiado donde se afirma que Catalina Lercaro se arrojó el mismo día de su boda. (MHT). El paraíso terrenal-Como se sabe, durante muchos siglos se tuvo la creencia de que las Islas
Canarias eran en realidad el
Jardín de las Hespérides descrito en la literatura clásica, y de hecho, muchos de los nuevos pobladores procedentes de
España, una vez realizada la conquista, creyeron haber encontrado aquí el paraíso terrenal. En una sociedad tan supersticiosa y dependiente de la
Iglesia, muchos mitos y leyendas se mezclaron y se llegó a pensar, incluso por individuos cultos que en
Tenerife se hallaban los restos del continente Atlántida, descrito por Platón.