Ubicado frente a la
plaza del Adelantado, se trata de un
palacio que conjuga elementos barrocos, neoclásicos y manieristas. Es un ejemplo de
arquitectura canaria que comenzó a construirse en el año 1585 por orden de Tomás Grimón, por entonces regidor de
Tenerife. El palacio de Nava está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de
Monumento desde 1976, aunque el estado de deterioro de algunos de sus elementos interiores han propiciado que se considerara en peligro. El palacio de Nava es un
edificio palaciego que se encuentra localizado en el entorno de la plaza del Adelantado en La
Laguna, Tenerife. Constituye un ejemplo de la arquitectura canaria que conjuga elementos barrocos, neoclásicos y manieristas. Esta mezcla es
fruto de los diferentes momentos constructivos que experimentó el palacio ya que transcurrieron dos siglos entre reformas y ampliaciones. El Barroco fue un período de la
historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir el
arte y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos
campos artísticos: literatura, arquitectura,
escultura, pintura,
música, ópera,
danza,
teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo.