El corsario Amaro Pargo. NACIMIENTO Y PRIMEROS PASOS EN LA VIDA-El capitán Amaro Rodríguez Pargo vivía con ella cuando se quedaba en la Habana. Pagaba sus deudas, llevaba al pequeño Manuel consigo cuando visitaba a sus vecinos e iba a su
barco, y por la general se le reconocía como su padre. Sin embargo, cabe destacar que nunca prometio unirse con doña Josefa, y cuando los vecinos de su localidad describian su relacion, la clasificaban como "ilícita". Con el tiempo, el capitán Amaro Rodríguez Pargo se embarco de regreso hacia
Tenerife. A pesar de que ocasionalmente enviaba a doña Josefa algunas prendas de lana y y otros articulos para vender y mantener a Manuel, nunca volvio a
Cuba. Sus relaciones se terminaron cuando escribio a doña Josefa para pedirle que enviara a Manuel a vivir con el. Al negarse, el capitan interrumpio todo contacto, y, cuando murio, se nego a reconocer a su hijo. Conforme transcurrieron los años, doña Josefa agoto todos sus recursos en la manutención de Manuel, y, cuando este solicito su legitimación a los veintiséis años, aseguro que su madre "estaba ciega y en la mas extrema pobreza".